11.15.2013

There's a shadow just behind me,
Shrouding every step I take,
Making every promise empty,
Pointing every finger at me.
Waiting like a stalking butler
Who upon the finger rests.
Murder now the path of "must we"
Just because the son has come.

Jesus, won't you fucking whistle
Something but the past is done?
Jesus, won't you fucking whistle
Something but the past is done?

Why can't we not be sober?
I just want to start this over.
Why can't we drink forever.
I just want to start this over.

I am just a worthless liar.
I am just an imbecile.
I will only complicate you.
Trust in me and fall as well.

I will find a center in you.
I will chew it up and leave,
I will work to elevate you
Just enough to bring you down.

Mother Mary won't you whisper
Something but the past is done.
Mother Mary won't you whisper
Something but the past is done.


Why can't we not be sober?
Just want to start this over.
Why can't we sleep forever.
I just want to start this over.


I am just a worthless liar.
I am just an imbecile.
I will only complicate you.
Trust in me and fall as well.
I will find a center in you.
I will chew it up and leave,
Trust me [x5]

Why can't we not be sober?
Just want to start things over.
Why can't we sleep forever.
I just want to start this over.

I want what I want [x4]

11.11.2013

Dog's life in the middle of winter.

El silencio me da la mano hoy, esta noche. En mi otra mano una taza de chocolate con extra de azúcar, tratando de endulzar el olor que tu cuerpo deja en mi ropa. Paseo de noche como una niña con terrores nocturnos pasa por su pasillo de la mano de su peluche, mirando estremecida cada esquina, sin reconocer los cuadros de su propia casa. Y allí en esas ventanas de otro mundo pierdo mis lágrimas imaginando las habitaciones del hotel pintado en el cuadro de mi salón. Todo es tan gris y muerto, un mundo de gente gris que quieta y paralizada paseaba sola, o acompañada. Allí entre las explosiones de color en las macetas de flores, bajo los toldos me escondo llorando, asustada mirando las habitaciones vacías y los huecos en las paredes de ese miedo gris convertido en un edificio. Esos ladrillos pincel a pincel, ¿qué sentía el artista al dibujarlos? Quizá que la naturaleza sigue viva, las flores como elemento efímero son las que cobran ahora importancia, para mí son esos "te quiero - yo también" los que como flores arrancadas se quedan en las manos. Pero no tengo libro para aplastar esas flores y secarlas. Aplasto tus besos en mis labios que se agrietan, el muro de mis folios sigue en blanco. No puedo mirarme en el espejo, mis dibujos tapan mi semblante y gracias a tí sé que puedo levantarme de la tumba. Y sé que gracias a tí puedo encontrar la pala que me entierre. - El pequeño perro vagabundo pasea por la playa, viendo llorar a un hombre, se apoya en sus piernas y ladra. Lame sus dedos hasta que el hombre le dedica una sonrisa, y vuelve su camino. El perro teme cada nueva ola, cada subida de marea. Muerde las algas y estornuda siempre buscando algo, el aroma de su dueño, quizás. Busca su olor entre las dunas, su silueta en el horizonte, una caricia en la niebla fría. Finalmente llueve. El perro cada vez siente más frío, sus costillas encarcelan el hambre pero el único alimento son restos de unas caricias. De unos abrazos. De alguien que una vez tiraba palos al aire para que él los recogiera. El perro vagabundo busca calor en las calles, entre los antiguos cartones de su amo. Ladra y llora, nadie se preocupa cuando un mendigo muere. El último adiós fue una sonrisa en el invierno congelado, frío de octubre, tragedia de noviembre. Ocho meses cuidándole, una vida de entrega, pero las vidas sólo son pequeñas gotas de agua que acaban en algunos casos fundiéndose en niebla. Y si dos copos de nieve no son iguales, fúndete conmigo, que la pasión nos encuentre y nos alcance, el hielo quema como si me incinerasen. Arden mis ojos de duda y grita mi garganta muda esperando, rezando al Dios que sólo existe cuando nos desbordan los problemas. Aquel perro no sabe si su amo ha muerto, si está dormido. ¿Volverás? Con la fe de un animal que entrega su vida al dueño, a su lado permanece hasta en sus sueños, creyendo que algún día volverá a levantarse y dar calor. Tiemblan de frío sus delgadas patitas mientras sus lloros incomprendidos conmueven cielo y tierra. Pero nada puede hacer que salgan las flores tras un invierno de luto, nada excepto el tiempo y nuevas estaciones. Pero las huellas del invierno siempre quedarán pegadas como caricias olvidadas sobre el pelo del animal.

10.31.2013

Del amor al odio hay un paso. Y tu ¿cuántos pasos llevas dados?
Joder.
Qué habilidad para sacarme de mis casillas, reventarme, hacerme sangrar.

10.29.2013

Tengo muchas ganas de poner los pies fuera de España. Aquí nadie hace nada por mí.

10.09.2013

Schmerzen Geistes

¿Qué se siente al creer que me conoces y darte cuenta, al final, que sólo sabes mi nombre? ¿Qué se siente cuando sabes que me he dedicado a psicoanalizarte y que en una tarde he descubierto tus miedos? ¿Qué se siente cuando sabes que estoy escuchando lo que no dices entre frase y frase que hablas, y que a través de la forma que tienes de hablar puedo leerte como un libro, puedo arrancarte las páginas, puedo tachar lo que aún no me has dicho?
Puedo hacer tantas cosas, y tú no, querido lector, tú eres "the average people" con la que frecuentemente me relaciono, gente que me describe y define con un par de palabras, y es tan simple que no ve el bosque por culpa de los árboles.

¿Qué se siente al saber que dejaste de hablar con una de las personas más complejas que has conocido, Mar? Se siente en la piel del alma. Es como una tortura, te pierdes en tu propio laberinto. Sabes los caminos, el problema es cuando son caminos vírgenes, nadie llega. Yo no hago el amor con el cuerpo, sino con la mente. Son como agujas, sondas a través de los ojos, que me dicen que ame o que rechaze, sólo por el contenido de la mente. La personalidad. El miedo. El dolor.
Me encanta el dolor ajeno, comprenderlo, buscarlo, crearlo, saborearlo. A veces es porque no siento el mío, a veces es porque me paraliza mi propio miedo.

6.28.2013

another night in moscow

El sol brilla tenue tras la escarcha de la ventana. Fuera los copos de nieve danzan tranquilos en el aire puro y limpio. Los árboles están nevados. La imagen es preciosa, pero fría, en el patio de este hospital ruso. Con la mirada fija en la ventana, un niño ve caer la nieve. La enfermera le mira desde la silla que hay junto a la puerta, está ahí cuidándole desde que le diagnosticaron cancer en la sangre. 
El niño está muy débil ya, pero no es consciente de que va a morir. Él nunca ha podido tocar la nieve, y acerca sus manos a la ventana. Es muy pequeño y frágil como para poder hablar. La enfermera se da cuenta de que sólo es un niño, y le abre la ventana dejando entrar el frío en la habitación. Entonces un copo de nieve se cuela y el niño, estirando su brazo hacia él, lo derrite con la yema de sus dedos.