6.30.2014

Creep

Una larga y monótona carretera a veces se ilumina cuando durante la lluvia, los faros de los coches descansan en colas largas tras un semáforo rojo.
La lluvia cae y cae incesante en su trabajo, el cielo negro y nublado, los cristales sucios, el humo, el silencio.
Y de repente una pluma blanca flota entre los edificios. La brisa hace que se deslice por las calles, y en su descenso la observo viajar, casi alcanzo a rozarla con la punta de los dedos.
Debe de venir de un mundo perfecto.
¿Será del ala de un ángel?

En su caída, aterriza en un charco ennegrecido por la contaminación. Dentro de él también flotan desperdicios y cartones. Todo el brillo se ha perdido. La pureza se corrompe.

Y giro la cabeza. Hacia atrás.

Donde había árboles hay pinceladas salvajes de unos edificios altísimos. Todo negro, y en la niebla el color de los semáforos y farolas forman puntos difusos que hieren mis pupilas. Por más que mire al cielo, ni un rayo de luz atraviesa la espesa atmósfera. Ni sol, ni luna, oscuridad. 
¿Me sacará de aquí ese ángel? 
Si es que eso venía de un ángel. 
Y, ¿qué ángel querría visitar una ciudad como esta? Hecha añicos ladrillo a ladrillo, queriendo volar desde el tejado de los rascacielos, abriendo las alas y cayendo en los charcos con cartones. Ningún ángel va a venir.
Pero imagino un final en el que un ángel dice que los ángeles no existen, pero aún así me da la mano y volamos. Y vivimos.

Pero sólo estoy soñando despierta. Cojo la pluma, la guardo, llego a casa. La lavo. Es tan blanca y pura como antes, aunque mi cuerpo y piel siguen sucios. Mis pies cansados tienen cristales clavados. No sangran las heridas.
Me siento en el suelo. Alzo la mano por encima de mi cabeza, sosteniendo delicadamente la pluma entre los dedos. Y la dejo caer. Flota en el aire, ¿cómo puede quedarse casi estática en semejante aire cargado y pesado? 
El movimiento grácil en el aire me recuerda que soy de plomo, que mis manos y mi mente antes solían volar como ella.
La pluma se posa frente a mis pies. Tanta perfección me hace llorar. Aparto la mirada.

Y vuelo al asfalto.