5.18.2015

Ángel guardián

Tenía razón. Un poeta deja de ser poeta cuando pierde a su amor platónico.
El refugio del poeta será, en caso de querer continuar su obra, convertir al amor en sí mismo como algo platónico. Utópico. 

Directo desde el mundo de las Ideas, y reflejado de una mediocre forma en el corazón humano.
¿Quién dijo que el amor era bello? La verdadera belleza está en la melancolía. Pero es una belleza efímera y sólo su huella es irreemplazable.


Tampoco es triste, ni envenenado. Es tranquilo, salvo cuando los días se tornan nublados. Nieva en el corazón de los hombres, sangra el corazón de todos.

---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------



Como una dama de la noche, el primer copo de hielo se posa en la corona de una estatua. Y derritiéndose por un hilo de luz, se marcha el copo, con una vida más breve que la de la flor blanca.
Algunos copos más peinan el cabello de mármol, adornando con lazos de hielo cada rizo. Posándose en la mirada esculpida de un ángel guardián sin alas. Pecas de nieve sobre las mejillas con vetas de colores grises. Lágrimas congeladas en su mirada vacía.

Así la nieve se amontona en los brazos finos de la escultura, en sus hombros y en su cabeza helada. Cuando llegue la primavera, sabremos si la nieve ha estropeado el mármol. Cuando derritan las heladas y logremos recordar el color de sus vestidos de piedra.

4.21.2015

Madre.

Estoy triste, pequeña joya de vida. Triste porque como tú no hay otra sola mujer en la Tierra. La humanidad nació de ti, y morirá en tus brazos. 
Semejantes seres deberían tener prohibido engendrar hijos. Seres asquerosos, poco femeninos, mujeres hechas con desdén. Mujeres repugnantes que dan lugar a desdendencia repugnante, indigna de vivir. 
¿Cómo has permitido que la Tierra se llene de demonios, Madre? Dará mi sangre por que me tendieras tu mano y me besaras la frente.
Cuánto daría por ser tu hija.

El planeta está colapsado de demonios, gente indigna, impura, que no merece tener el mismo don de crear vida que tiene nuestra preciosa Madre. Sólo a una mujer tan bella debería atribuírsele el Don de la Maternidad.

Pero este mundo corrupto jamás permitiría la única creación de seres bellos.

4.03.2015

La Doctora de los árboles.

Estoy sentada en el borde de unas escaleras de piedra observando lo que hay a mi alrededor. Los árboles, que siempre han estado ahí, me parecen preciosos. La disposición de sus hojas es todo un misterio, mientras que el crecimiento del tronco tiene la típica inclinación causa del viento continuo. Aquí es difícil no ver el movimiento de la naturaleza, a plena luz del día en estos jardines. El viento, que no llega a ser molesto, mueve las flores y la hierba ondea como si fuese agua. Los árboles mecen sus estructuras de hojas, las hormigas forman caminos en la tierra.

Hay mucha gente, pero nadie está tan tranquilo como yo. Parece que las flores no florecen igual para todos. Aquí mismo, a como dos metros de donde estoy, hay un chico que llama mi atención. Él lo sabe, se lo dije por fin hará ya un otoño atrás. Siempre va a haber alguien que llame tu atención. Con esas simpáticas palabras, me dejó aquí donde estoy, en una escalera de piedra. Definitivamente las flores no florecen igual para todos. Parecía triste, casi siempre decía que no lo estaba. Pero la realidad es que el único mar que he visto de mentira y he creído real ha sido el que su melancolía esconde.

Tan alegremente mirando como a su lado pasan las horas y en un suspiro ya el cielo se vuelve ocaso, observo que todo se vuelve inmóvil. La brisa cesa, las hojas no se mueven, las flores se esconden, la hierba queda fija como agujas en el suelo.
La luna brilla a través de las nubes, yo sigo aquí, en las escaleras, mientras relajo la vista contemplando el reflejo de la luz de la noche en los cristales de los edificios que me rodean. Él sigue aquí, porque no ha querido lo contrario. Y a mi todo empieza a darme igual. El casi imperceptible movimiento de una hormiga llama mi atención. Tan sólo ella y mis pies se mueven. Parece que estoy viviendo en una fotografía, y tan sólo yo puedo moverme.

Finalmente, subo las escaleras, y me encuentro allí a mi Doctora.
- Tan sólo tú eres capaz de quedarte observando un paisaje tanto tiempo. ¿En qué piensas?

No supe responder a su pregunta, ya que realmente sólo estaba disfrutando de estar viva y en contacto con esa parte pequeña de naturaleza que otras ciudades no tienen.
- Buenas noches, Doctora.

2.12.2015

Afterlife bullshit.


I'll meet you in the afterlife,
I say it without hesitation.
You wouldn't leave me here, unsafe. 
Right?
Let me doubt every and each word
that comes from your pale lips.

I'd meet you in the afterlife,
if life weren't the end of the journey.

So these lines are for you, astronaut, you've seen the world that I can hide. The spaceship isn't landed forever, right?
Eventually, astronaut, you may leave this planet. And unfortunatelly, astronaut, I won't. 
Here's the world I've grown in. These are the landscapes my mind is stuck in. This is the lonelyness my melancholia has brought to me. 
I do have a soul, actually. I discovered it when I heard you laugh. I discovered the taste of companionship, surprisingly, in this vast and lost planet.

Astronaut, do you know if the afterlife is the same for both worlds? I mean, yours and mine. Because when you realise each mind is different there's a question unsolved. How many afterlifes there are? Perhaps one for person, maybe a single one for the good and evil together.

In case of a personal afterlife, I dare to pray for inmortality, I've been lonely enough in life to continue in the path of this melancholy. 
However, I don't want an afterlife in which I'm unable to perceive you in a crowd of souls.

Life is a gift and a theft at the same time. Being grateful is what we're forced to feel, despite the fact all that has been given is ready to be sold in any moment.


2.10.2015

Let the flames devour my face,
-
Arderán los castillos de oro hasta fundirse, arderán los bosques y de la tierra jamás volverá a crecer un solo brote de hierba.
Caerán los puentes y las murallas, caerán los ladrillos y las tejas. Caerán al vacío las aves que aún vuelan.
Se derrumbarán las casas, se derrumbarán las montañas y los pasos a través de éstas. Se derrumbarán los pilares que sostienen la Lógica del mundo.

Y en un mundo de nuevo desierto, de nuevo libre, en el que ya no quede rastro del paso de nadie, quizá vuelva a verse una estrella en el cielo.


Misión fallida

Voy a morir. Estoy contando los recuerdos bonitos para morir alejado de la realidad de esta catástrofe. Pero con la imagen de un hombre carbonizado enfrente mía, y los olores fuertes que se mezclan en el ambiente, sé que mis últimos momentos son de angustia y miedo. De repente, he empezado a creer en Dios.

El suelo está húmedo y hay un olor intenso a óxido (probablemente de la humedad y las rejas de hierro que nos encierran). De vez en cuando, se oyen chocar las gotas contra un charco en el suelo.

La situación es la siguiente: Tras intentar escapar de un incendio en la planta baja, huimos al sótano (no fue muy inteligente por nuestra parte) a refugiarnos donde estaba la depuradora. Mientras escapamos, hay un derrumbamiento en las plantas superiores que tapona el hueco de las escaleras. Algunas tuberías se rompen y comienza a inundarse el piso.
Corremos hacia el ascensor pero en el último momento se rompen los cables de tensión y el ascensor se estrella contra el suelo, delante de nuestras narices. Una baldosa rota se me hunde en el pie.

Pues bien, la única vía de escape es el hueco del ascensor, pero el nivel de agua sube lentamente y los cables de tensión están pelados. No sabemos si tienen corriente, no sabemos hasta dónde llegará el agua, y para colmo nadie nos echa en falta porque somos ajenos al personal del edificio.
Esto se remonta a unas horas antes, cuando colocamos una bomba con resultados catastróficos. El inútil de mi acompañante no supo colocar los cables y saltaron chispas cerca de un contenedor de algún compuesto orgánico de laboratorio.

Nuestro objetivo de reventar la pared y colarnos en la cámara criogénica donde guardan las bacterias vivas ha tenido el desenlace en una explosión seguida por una catástrofe de incendio.
Las bacterias aisladas han entrado en calor y ahora se reproducen exponencialmente. La sangre de mi herida parece que atrae a este extraño cultivo, crecen ampollas amarillas en el interior del corte y duele como si estuviesen sacando los huesos del pie a fuerza bruta.

Las ampollas suben a través de mi torrente sanguíneo, dejándome sentir el dolor más intenso que jamás había experimentado antes.
Es entonces cuando miro agonizante a mi compañero.
- Mátame, por favor. Corta mi cuello con otra baldosa rota.
Y él, con su maldito acento argentino, no tiene otra cosa que decirme:
- La vida es bella, no tenés que morir aquí. Aún sos joven, resiste.
Y para ayudarme a que me ponga de pie, se agarra al cable de alta tensión, electrocutándose.

1.28.2015

En un claustro.

Sentado en la silla y con el escritorio delante, dejo la mirada perdida en la ventana. La tarde nublada, los árboles secos y sin hojas... El viento incómodo que sopla tras los cristales. La única luz que queda es la de un sol que, segundos más tarde, está destinado a desaparecer tragado por las nubes grises. Cada vez me cuesta más leer el folio.
Con el lápiz entre los labios, murmuro un nombre y dedico un suspiro a la historia que más deseo escribir. En este momento, con la noche abrazando el cielo y fundiendo los colores púrpuras en otros más oscuros, recuerdo un par de canciones que me hacen temblar. Tú jamás sabrás qué es eso.
Ese recuerdo se siente como si cavase unos números secretos en mi estómago con el lápiz, esperando que lo único que hubiese en mi epitafio fuese aquella cifra. Como si alguien supiese qué significaba todo para mí

Día tras día, me dedico a observar un cielo que, por rutina, se ha vuelto nublado y frío. Y ya he cogido la costumbre de asomarme por la ventana, acompañado de una apatía que ha convertido esa mesa frente a la ventana en mi nueva cama, donde quedo tumbado mirando cómo amanece, y va oscureciendo, ese precioso color gris. A veces me condena ese tono de gris azulado, me molesta tener que recordarlo siempre, hasta en sueños.

Y cuántas veces serán ya las que me habré preguntado cosas, habré llorado pensando en ello, habré deseado sólo un único abrazo. Cuántas veces habré rezado a Dios que por un momento creí que existía para burlarse de mí. Cuántas veces habré cruzado los dedos de las manos en una plegaria a nadie sabe quién, cuántas veces he vuelto a tener Fe para perderla. 
He perdido la cuenta de los días que habré pensado en todo eso.


I accept some things will never change.
I've let your tiny minds magnify my agony,
and it's left me with a chem'cal dependency for sanity.

Yes, I am falling... how much longer till I hit the ground?
I can't tell you why I'm breaking down.
Do you wonder why I prefer to be alone?
Have I really lost control?