2.26.2013

The wry, the wretched.

Acabo de rescatar unas carpetas que tenía por ahí rodando, con música que escuchaba hace cuatro años. ¿Qué haría yo escuchando Porta? Me he reido un rato. Y he rescatado algún que otro álbum que tenía descargado de Sabaton, Five Finger Death Punch y Lacrimosa, que era lo que había estado buscando.
Hay una canción preciosa que tenía ganas de escuchar esta tarde. Aunque no le doy el mismo significado que cuando la escuché por primera vez. Por entonces estaba locamente enamorada de algún weirdo (creo que ése tío se lleva la palma de weirdness con la que me haya llegado a liar xD) y la canción, que en sí es ñoña, yo la convertía en una empalagosidad. Sin embargo ahora mismo lo que tengo en la cabeza son otro tipo de deseos.  Y empiezo a interpretar la letra como si fuese una esclava suplicando a su amo a que le azote más fuerte. Está estupendo. 
" Nicht die Botschaft zu beklagen
Sollen diese Zeilen tragen
Nur - Ich liebe Dich - doch sagen"


However, I'm pretty sad.
I'm doing what I wanna do, but I feel useless again. This time I cannot look at the sky and receive a miracle from the clouds. It's just I want to stay here, staring at the void of my own delusion. I feel empty again and again, but I love it. I'm away from the night, away from the day, away from the ground. Flying far away.
The darkness makes me avoid all the gazes of the puppets I have played with. I'm a black eye trying to hide himself in snow, and getting frozen. This hate grows inside me, filling my stomach, satisfying my self devotion. I'm talking to my other side. She wants to be a boy, so she cries. Each moan makes me wanna play her so bad, but, you know what? Sometimes I wanna play her as I were a boy. That's the weirdest thing I feel about me. Recalling the gaze behind the mirror, provocative looking and biting her soft lips. And here I go, I'm Mister Self Destruct. Trying to hide the cuts under the clothes, under make up. And allowing everyone to abuse me. 

I damn this chaos, I damn this gruesome pain inside my head. Pushing my head hard against the floor and whispering I deserve this, I deserve this. Bang! Every problem solved by the shoot of a gun in my forehead.

2.22.2013

Oaken Woods (II)

- La lluvia me hace feliz. Las gotas de agua que chocan en la cara, es como si la naturaleza nos hiciera caricias. Cuando la lluvia atraviesa mi ropa y llega hasta mi piel, es como si me abrazara. Y me siento realmente feliz y agradecida. 

Estuve andando bajo la lluvia durante media hora, aunque no sentía frío. Había quedado con Zakaröch en el banco de piedra que había en el lago, y a pesar de la lluvia, yo tenía por seguro que él estaría allí. Zakaröch es así, nunca falla su palabra, es realmente un hombre noble.
Pero cuando llegué no estaba. ¿No sería que había estado pensando demasiado bien de él? Quizá era más cuerdo de lo que parecía, quizá se había quedado en casa por la lluvia.
De repente, algo me saltó encima tirándome al suelo y haciéndome comer el fango. Escuché carcajadas detrás mía, mientras me quitaba el barro de las pestañas.
- Eres un cabrón, tío.
- Habrías dicho lo mismo si no hubiera venido, je.
- No lo habría dicho si simplemente hubieras estado en el banco, como acordamos.
- Shh, calla, no te enfades. Si me hubiera quedado me habría aburrido, Miss Always Late.
- Claro, de ahí el idear una emboscada para hacerme tragar tierra, ¿no?
 Zakaröch volvió a soltar unas cuantas carcajadas.

- Pareces feliz, ¿qué planeas ahora?- Acabé por preguntarle a mi pequeña caja de sorpresas.
- Pues no planeo nada, para asombro tuyo. Sabes que prefiero improvisar...
- Zakaröch, ¿qué querías de mí? 
- Dime tú primero lo que me querías decir.

Hace un mes que conozco a Zakaröch, o incluso más. Nos conocimos por una canción, y desde entonces hemos estado hablando. Cuando le veo reir soy un poco más feliz por dentro. Su presencia es más que bienvenida en estos bosques de robles. Es alguien agradable con sus amigos, y un auténtico infierno cuando se lo propone. Tiene el pelo semi largo, bastante abundante, negro y liso. Se lo peina de modo que quedan muchos mechones gruesos en el flequillo y en las sienes. Su piel es morena, sus cejas pobladas pero delicadas, y sus ojos grises azulados, muy claros. Los labios son más o menos gruesos, tiene una sonrisa muy bonita. Sin embargo no es guapo, su expresión la mayor parte del tiempo es amargada y solitaria. 
Pero conmigo no es así.

- Pues te quería ver, es sólo eso. Me gusta hablar contigo. 
- Y me has hecho venir hoy, con la lluvia. Está estupendo.
- Ya, bueno, perdona.
- No, no pasa nada. Ven, que te quiero llevar a un sitio que te va a encantar.

Qué le gusta hacerse el interesante. Sólo me quería llevar a un árbol cerca del lago. 

- Aquí, debajo de las raíces de este árbol, hay una persona enterrada viva. Bueno, ya supongo que estará más que muerta. -Me dijo Zakaröch, así de repente, aunque eso yo ya lo sabía.
- Sí, si ya lo sé. Cuando me bañaba en el lago vi cómo ocurría todo.
- Murió el Líder. Los otros dos se fueron de aquí.
- ¿Sí? ¿Ya se fueron? Que pronto.-Dije con voz apática.- Que desilusión, porque realmente me parecían interesantes.
- Ya, bueno, sé que una vez que le regalas tu cariño a alguien, no es fácil que te olvides si no te traicionan. Pero simplemente se han ido.
- ¿Y qué pasaba aquí? ¿Qué querías enseñarme?
- Sube al árbol, venga, está ahí arriba.
- ¿No me irás a hacer subir para una tontería, no?
- Estaríamos en paz, tú me has hecho venir porque querías verme...
- Bueno, ya, pero mojarse y subir a un árbol mojado no es lo mismo, cabrón.
- Y luego dices que eres la diosa de este mundo, habla bien.

Soportar a Zakaröch a veces es... difícil. 

- Bueno, pero al menos ayúdame a subir, ya sabes que el ejercicio y yo no nos llevamos bien.
- No. Me quedaré abajo y te miraré el culo mientras subes.
- ¿Pero qué? - En estos momentos me tengo que reir.
- Era broma, imbécil. Sabes que no estoy interesado en eso para nada. Anda, súbete a mis hombros.

De repente Zakaröch resultó ser un escalador nato y subió por el tronco como si hubiese una escalera para él. Y de hecho la habia, el muy cabrón se había dedicado a construir una especie de escalera en la corteza del árbol.
- ¿Has visto que bien escalo? -Se rió como un crío.
- Sí, eres maravilloso haciendo una escalera ahí.

Y al final del árbol había una pequeña caseta construída con ramas.
- Vaya, Zakaröch, me has sorprendido.
- Aquí te pienso percutir hasta que no me quede nada.
- ¿En serio? 

Por mí encantada, pero Zakaröch no está interesado en el sexo. Sólo bromea sobre ello, Zakaröch sólo está interesado en escuchar música, dormir, dibujar y tocar la batería. Y por supuesto, robar, meterse en palizas y molestar a la gente. Pero eso sólo lo hace cuando está deprimido.
Ahora estamos los dos en la caseta, completamente empapados, y el hombre me abraza.
- Si tuvieras un hijo, ¿cómo lo llamarías? -Me preguntó, así de repente.
- Pues hay nombres que me gustan mucho, como Ricardo, Guillermo, Eduardo, Fernando...
- Entonces mi nombre no te gusta, ¿no?
- Zakaröch, ¿qué te pasa ahora?
- Nada, quería finjir un ataque de novia celosa absurdo.
- ¿Estás bien?

Seguimos riendo. No hay manera de tomarse nada en serio con este hombre, simplemente es imposible.
- Te quiero regalar una cosa, Mar.
- ¿El qué? - ¿Pero a que viene esta seriedad de repente? Dios mío, nunca termino de entenderle.
- Un pincel.
- ¿Pero para qué? ¿Y por qué aquí?
- Para que me pintes un retrato mío en éste árbol. Venga, dibújame, sé que quieres.

Será cabrón. ¿Como puede saber que estoy deseando dibujarle? Entonces Zakaröch extendió los brazos, a la vez que se abría un agujero enorme en su ombligo. Del agujero apareció un ojo,  a través del cual pude ver una realidad alternativa a mi alternativa de la realidad.
Es como un mundo paralelo al que yo me he creado para huir del de verdad. 
- Mira a través de aquí, y dibújame.

Puse el pincel sobre la hoja, y empecé a sentir una extraña sensación de regocijo dentro mía.


2.19.2013

Grief by distrust.

Sometimes I'm as cold as snow inside. I feel my weakness devouring my heart piece by piece.
My eyes guide my shadow to lie, my light to shine. What music is that? A piano cries, somebody is playing in the bottom of my heart. Groan of despair, I just listen and noddle the prays of the naive. Snow is pure white, so why does the humankind remember it dirty? My fingers crawl the ground searching answers, I find nothing but blood coming out from my skin. The big eye is open, sometimes it cries. Each tear is a hallowed river.

Darkness cover me with longs arms of grief. Somebody's moan can be heard in the distance, the voice sounds haunted and the words are ripping out my skin. Who deserves my pain? The silent storm reach my head and causes havoc in my spirit.




2.13.2013

Lateralus

I'm amazed. Que bien he empezado el año, estos dos meses compensan mucho todo lo que he tenido que aguantar por casi el doble de tiempo. Necesitaba hacer la fotosíntesis, volver a ser yo, alimentarme de mí misma. Necesitaba perderme en mi mente, inspirarme y volver a ver las cosas con mis ojos, sin el velo del autoengaño.

Hace poco he conocido a un par de personas que, una sabiéndolo, la otra no, me están inspirando muchísimo. Consigo sentirme orgullosa con lo que hago, cosa que no me pasaba desde hace casi siete meses, que se dice pronto y parece poco, peo para mí dibujar es lo más importante y lo que más me gusta hacer, no tiene sentido que no haga cosas de las que sentirme proud. No sé cómo pude llegar a estar tan ciega, siempre me he amado a mí misma por encima de todas las cosas, no sé en que momento exacto dejé de hacerlo para darle todo lo que me daba a mí misma a otra persona que ni si quiera se esforzaba en comprender eso. Que ni si quiera estaba interesada en conocerme.
Me da mucha rabia el simple hecho de pensar que he malgastado siete meses de mi vida en un proyecto de relación que no llegaba a ningún sitio, porque por mucho que yo daba, sólo recibía latigazos. Me quedaría con la parte buena, sí, pero esa parte buena fueron otros siete meses envenenados, que me dieron la esperanza de que todo algún día volvería a ser igual. Y esperé el mismo tiempo que tuve lo bueno, recibiendo lo malo.

Pero bueno, de vuelta a mis ojos. I'm so GLAD :DDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD

2.06.2013

La de cosas que dejé de hacer por estar con él. Y él no valía ni la mitad del valor de esas cosas.

1.31.2013

Oaken woods (I)

El cielo estaba nublado, y bajo las copas de los árboles todo estaba muy oscuro. Las ramas creaban un velo de diamantes negros y hojas verdes, de modo que los pocos rayos de luz que conseguían atravesar la elegante cortina daban una imagen de misticismo. Los robles del bosque tenían diamantes oscuros incrustados en la corteza. Era un ambiente mágico, silencioso y pacífico. 
La espesura del bosque se extendía en el horizonte y no había manera de encontrar el final. Debido a la eterna sombra, la tierra y las piedras estaban frías. El agua del único río era azul pálido, parecía tener brillo propio. El río fluía a través del bosque, dividendolo en dos secciones, hasta desembocar en un lago de agua helada. Frente al lago, había un gran banco de piedra blanca.

Tres jóvenes estaban sentados allí, contemplando el brillo del lago, sin llegar a apreciar todo el poder que contenían esas aguas. El de la derecha era el líder, sus palabras eran tan fuertes como su mandíbula. Sus manos se movían mientras hablaba. El del centro era el mayor,y además de ser el que más sentido común tenía, su carácter era suave y sus palabras amables. El de la izquierda era el observador, era un tipo con una nobleza inaudita.

Los tres charlaban aunque desde el lago no me llegaban sus voces. 
- El lago y sus ojos brillan con la misma fuerza.- Dije para mí.

Me dediqué a observarle desde el agua, pensé que no me vería. Pero me vio. Se quedó callado unos instantes, y luego hizo como el que no había visto nada. Siguió hablando con los otros chicos. 
- Es curioso, no sé que hacemos en medio de la nada.- Dijo el líder.
- A mí me gusta este sitio en medio de ninguna parte, creo que estamos los tres solos.- El mayor habló.
- Sí, bueno, yo me quiero ir a mi casa.

Así que no quería estar aquí. Yo pensaba que sus ojos brillaban con la misma fuerza que el agua, así que hablé con los árboles. Ellos acataron mis órdenes, y los que estaban próximos al líder empezaron a extender las raíces hacia el muchacho, atrapando sus piernas y sus brazos, y tirando de él hacia el fondo de la tierra. 
El joven gritaba y sus amigos trataron de rescatarle tirándole de los brazos, mientras se hundía más y más en la tierra. La arena empezó a llenarle la boca, la nariz, los ojos, hasta que se hundió profundamente en el suelo. Murió, enterrado, con los ojos abiertos y llenos de arena, en el abrazo de las raíces de un roble.

- Antes vi una mujer en el agua. 
- A veces era gilipollas, pero era buen chaval.
- Ya, a mí también me jode, era por cambiar el tema.
- ¿Donde dices que la viste?
- Por esa zona. -El chico noble señaló con el brazo extendido al sitio donde estaba.
- ¿Estás seguro, yo ahí no veo nada. -Dijo el mayor, mirando exhaustivamente la superficie del agua.
- Sí, nos miramos a los ojos.

Los dos chicos se acercaron al agua poco a poco, sin dejar de buscarme en la superficie. El chico noble se arrodilló y metió la mano en el agua helada.
- Joder, está congelada. -Se levantó rápidamente y se secó la mano frotándola contra los pantalones.
El amigo se rió, y tocó el agua. 
- Sí que está fría, coño. ¿De verdad crees que había alguien aquí?
- Yo que sé, después de esto ya no sé.

Los dos miraron al banco de piedra desde donde estaban. Echaron de menos a su amigo, se abrazaron.

1.28.2013

Los ojos más brillantes del mundo

Los ojos más brillantes del mundo se esconden tras un escudo gris. El tipo se quiso despedir de ella, pero ella no tuvo en cuenta que no podía bajar las escaleras. Se conocían de no hace mucho tiempo atrás, y ella estaba a punto de irse. Él realmente quería verla por ultima vez, antes de que cogiese el avión a Viena. Pero la chica no tuvo en cuenta de que estaba en silla de ruedas, que no podía bajar las escaleras. Se enfadó con él por no haberse despedido. 
- ¿No pediste ayuda?- Dijo alguien en la sombra de su habitación.
- No, no me atreví. Creo que ella se sentía incómoda cada vez que se quedaba conmigo. Y sabía que a penas salgo de mi casa, no le importó una mierda que al final no estuviera ahí.
 - Yo la maté por ti. Sé que no querías que se fuera, y le mordí el cuello.
- ¿Que hiciste qué?- Preguntó el hombre en silla de ruedas.
- La maté. En principio la quise convertir en vampiro, como yo, pero no sé por qué no se convirtió. Lo siento.

El hombre no amaba a la chica, ni si quiera se lo había cuestionado. 

Los ojos más brillantes del mundo se quedaron arañando la ventana. Las nubes eran grises y la luna alumbraba triste y debil los tejados de los edificios. Las sombras de la habitación empezaron a tomar forma, dando vida a una criatura pálida. El lloro de la noche palpitaba en el regazo del hombre con los ojos más brillantes del mundo, quien no sentía las piernas desde hacía mucho tiempo. Arrepintiéndose de tantas cosas, se arrastró como pudo hasta el pasillo. Sus brazos eran débiles, pero al menos podía moverse con ellos. Dandose a sí mismo una imagen de desesperación, deseó acabar con todo. Cerrar todas las heridas.

Las sombras contemplaban el viaje del hombre hasta el pasillo vacío. Los enfermeros charlaban con las enfermeras, pero su alegría siempre era disuelta por las tragedias de la noche -a veces gritaban, otras conseguían escaparse...- y esta vez se apagaban los ojos más brillantes del mundo, volando por las escaleras.


Fue hace mucho tiempo, vivía un joven aficcionado al aeromodelismo. Su hermana pequeña era preciosa, y carismática. Tenía muchos amigos y cautivaba sonrisas a todo sitio donde iba. Una tarde la muchacha conoció a un imbécil, que no paraba de decir insensateces. La chica orgullosa quiso enamorarle, ya que fue el único que no había caído a sus pies, y se dio cuenta de que el chico era extremadamente introvertido. Al principio solo hablaban de música, luego la chica le contaba sus problemas y él se quedaba callado. Empezaron a hacer amigos en común y a salir, pero a veces él no iba. La chica empezó a enamorarse de lo que él parecía ocultar, pero él no le correspondía. Hasta que tres años después ella tuvo que marcharse a Viena junto a su familia. La semana anterior el muchacho no había dado señales de vida, y ella quería despedirse de él, por lo que le llamó a su casa, pero él le contó que le habían dado una paliza, que no podía andar. Que fuera a su casa. Ella pensó que era otra excusa, y se enfadó con él. Finalmente se fue a Viena.

Yo desde que era niño tengo los ojos grises y la piel muy blanca, como los vampiros. Hay días en los que mi enfermedad me hace creer que soy uno de ellos, y trato de alimentarme de sangre humana cueste lo que cueste. Mi padre me dió una bofetada cuando tenía seis años, pero se dió cuenta de que yo necesitaba otra cosa. 
De más joven conocí a la única persona que se abrió a mí, y fue por orgullo en un comienzo. Yo no me abrí a ella, pero aún así la escuchaba. Me era agradable estar con ella. Tenía un buen hermano que quiso compartir su aficción conmigo al ver que yo no me relacionaba con mucha gente. Sin embargo yo negaba compartir mi vida con él, porque me consideraba un tiesto y no quería aburrir a nadie. Siempre pensé que merezco estar solo y ser abandonado, por tener el deseo de matar a todos, pero aún así esta chica intentaba entenderme. Creo que en algún momento empecé a gustarle, y me asusté. Un día deseé que me matasen, estaba bien harto de pensar que no merezco nada bueno. Los vampiros son criaturas del demonio, yo sólo soy víctima de una enfermedad mental, o eso me decía mi madre. Pero cuando se murió, reflexioné un poco más sobre ello. Quizá yo no era ni un enfermo ni una criatura del demonio. Tan solo soy un engendro que necesita medicarse cada vez que quiere parecerse a un ser humano. Me metí en problemas una vez que mordí a una chica y su padre pensó que la quería violar, me dio tal paliza que acabé hecho polvo. Ese mismo día, recuerdo cómo me caí al río volviendo a mi casa, y me golpeé la cadera contra una roca. Inmediatamente perdí la sensibilidad en las piernas, pero me asusté mucho, me di cuenta de que no quería morir.
En esa semana me llamó la chica, mi única amiga, para decirme que se iba a Viena. Cuando quise vivir, mi vida se iba volando a otro país. Me volvía a quedar solo, y mi padre, harto de mi, decidió internarme en un hospital. Allí me daban la medicación que me hacía falta, y la soledad suficiente para que me inventase más vampiros fantasmas que me acompañasen en la tristeza. Empecé a matar con la imaginación a la chica. Hasta que no pude más.
Todas las enfermeras que han entrado a cuidarme me han dicho que tengo unos ojos preciosos. Pero estoy harto de no hacer nada, de estar quieto pasando las horas, de no poder recurrir a mi enfermedad para olvidarme de mi supervivencia. Muchos días he pensado en el pescador que me sacó del río cuando me caí. Ojalá me hubiera dejado arrastrar por la corriente como a un animal muerto. 
Hoy he pensado en volar, en el vértigo. Y así acabé aquí, contemplando con estos ojos el hueco de la escalera. A partir de aquí mi mitad humana y sensible morirá, pero lo hará junto a la mitad desconocida.


Y así es como se apagaron los ojos más brillantes del mundo.

PD: Me dijeron que me inventase una historia a partir de dos personas que no se pudieron despedir por culpa de que una de ellas estaba inválida. Me encantan estas ideas, pero no me terminan de convencer. Espero que al individuo que decidió inspirarme le guste. Y voy a estudiar química ya, coño, que mañana es el global xD