Cuando me encuentro en esa sala, negra. Cada aparecen nuevas cosas a la vez que se destruyen otras. Es como si me controlasen desde arriba, y no puedo escapar. Me encuentro a mí mismo respirando y arrastrándome por el suelo, tirado,inconsciente.
El miedo a la soledad se convierte en una pesadilla y explota en mis ojos, llenándome la cara de grotescas sombras del pasado. La vida estalla y se desploma en mis venas, no puedo descansar. Cuando me siento tranquilo, y estoy olvidando todo, vuelves a morir ante mis ojos. Mueres mil veces, tantas, que no recuerdo ya cómo te moriste y porqué.
Quiero cambiar, respirar en paz, estoy perdiendo la razón. No hay nada más a parte de sangre en el país de las maravillas. Odio los hospitales, un día te despiertas y te están extirpando todos los órganos. Otro día te despiertas con una medicación totalmente distinta. Y queriendo volar por la ventana.
Pero no me gusta preocuparte, sé que quieres dejar de verme sufrir. Pero cuando decido poner fin a todo, me doy cuenta de que no estoy solo. Y así la sangre sale por mis oídos de manera eterna, mientras un gran dolor me acuchilla vivo.
