12.29.2014

They bleed inside my head. 
I need to get rid of this bullshit.
They feel like two shots, two bleeding bounds.

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You don't realise I won't stay like this, you want me to but you don't understand how it feels, and I doubt you will do.
There's no saviour but art.
There's no music but noise.

12.22.2014

El hombre perdido en un trigal.

Desde que nací, no había visto más allá de los trigales que rodeaban mi pequeña casa de madera. Era una casa diminuta, casi como una casa de muñecas. Y a escasos metros de la entrada y las paredes, comenzaba un vasto trigal que la rodeaba por completo.
A veces, la casa quedaba prácticamente oculta, el trigo se pone muy alto en algunas épocas del año, ¿sabéis?. Tenía un poco de miedo de ir muy lejos, ya que no sabía dónde podría acabar el trigal (si es que acaso acababa en alguna parte), así que acababa comiendo semillas de trigo que caían.
Sólo me alimentaba de trigo. Para mí, eso era lo normal. No concebía la vida de otra forma.

Una vez ocurrió algo que jamás había visto, no sé qué edad tenía (tampoco sé la que tengo). Algo como unas nubes frías y muy húmedas bajaron hasta el trigal, cubriéndolo de un velo blanco tan denso que antes de que me diese cuenta, ya no podía ver ni una sola espiga. 
Subí por la pared de la casa hasta llegar al techo. Las vistas eran extraordinarias: la niebla había cubierto el trigal por completo, dejando ver sólo las puntas de las espigas más cercanas a mí. Hacía mucho frío, así que decidí bajar justo cuando el tejado se hundió y caí dentro de la casa. 
Con tanto frío, sólo pude cubrirme con los escombros y esperar a que aquel extraño fenómeno cesara. Mi cuerpo estaba cansado, pero no podía parar de hacerme preguntas. ¿Hasta cuándo iba a seguir aquello así? ¿Cómo podría reparar la casa?

No pude dormir, el tiempo pasaba muy lento. Cuando el sol encontró la manera de penetrar débilmente aquel manto de niebla, y me dí cuenta de que aquello cada vez cogía más densidad. La idea de que las nubes se solidificaran atrapándome hasta morir me aterró, al pensarlo se me heló la nuca. Sentí tanto miedo que empecé a correr a través del trigal como nunca antes lo había hecho, rompiendo las espigas a mi paso, perdiéndome.
Corrí durante lo que parecían horas, la humedad molestaba al respirar.

Pues si aquello era raro, más raro aún fue cuando empecé a sentir que las espigas cada vez eran más pequeñas, tanto que en lugar de cubrir hasta mi cabeza, empezaron a rozarme los pómulos, la barbilla... Cuando llegaban a la altura de mis hombros, ya la niebla se había disipado, dejándome con el único pensamiento de a dónde iba a vivir ahora.
Quizá no había nada más que trigo, pero ya no tenía casa. Aunque algo era seguro, cuanto más avanzara en cierta dirección, más bajitas se hacían las plantas, así que supuse que en algún momento acabaría el trigal.

Seguí andando, hasta que el trigal llegaba por mi pubis. Miré hacia abajo, quizá el trigo no era lo que encogía, mis piernas eran más largas, mi torso tenía algo de vello, mis manos eran más grandes y huesudas que nunca. Hasta mis hombros eran más anchos. 
En el paseo hacia ninguna parte, noté un olor que jamás había sentido antes, así que al fin el camino cogió rumbo: hacia eso que olía bien.
Anduve algo así como dos minutos, no sé calcular bien el tiempo que duran mis recuerdos. Y, lo que nunca habría sospechado, sucedió. El trigal era finito.
Puse el grito en el cielo, toqué la hierba que era verde en lugar de amarilla, vi un grupo de plantas con unas tonalidades que mis ojos no habían visto jamás. Quedé hipnotizado por el montón de cosas nuevas, y no reparé en que en frente había una casa, con la puerta abierta, y en la puerta otra persona, con una bata blanca.

Pasaron cosas, no pudimos hablar bien al principio, yo sólo sabía mucho sobre el trigo, ella sólo sabía mucho sobre cosas que yo nunca había visto. Fue buena conmigo, hasta me enseñó a hablar. Me enseñó que el trigo se llamaba trigo, e incluso buscamos dónde podría haber estado mi casa oculta en el trigal. Llamó a unos tipos que confirmaban que yo podría haber venido del cielo, aunque otros señores decían que me había escapado de un psiquiátrico.

Y aquí estoy hoy, en una habitación mucho más grande que mi primera casa entera. Las paredes son blancas, en lugar de ser de madera. Incluso son blandas, no te harías daño si estás en el tejado y se hunde, haciéndote caer de nuevo. En serio, aquí hasta las paredes son cómodas y acolchadas.
Incluso tengo algo así como un rectángulo de algo parecido a lo que cubre las paredes, también muy blando, donde me acuesto por las noches. Y lo mejor es que desde aquel día que vi a la señora, no he vuelto a comer trigo.

12.14.2014

I could die

I want to forbid
the existence of the things
that could cause your grief
and could make you cry.

You will deceive
the love that makes me sing,
but I will find relieve
in singing to the sky.

I don't care that much,
as you say loving only me
but we both know some stuff
will rip us appart.

You are the only match
stoking the love inside me,
the light may be turn off
I still see you in my heart.

I'll love you in the afterlife,
because I cannot forget you.
Such a strong emotion will never
fade away.

I pray for you to be in my life,
I need to be always with you.
Otherwise I'd feel alone or even
worse: I could die.

12.13.2014

I open my eyes and you appear in front of me. As cold as ice your hands touch my skin, you may be dead or so it looks like. But the hell shines inside your eyes, the growning fire consume my soul which is meant for nothing but to stoke the flames. 
I've never have received a gift like the one you gave me. Through my veins your presence flows making fear and love meet in my heart.
You're here, waiting, unaware of the curse I'm stuck in.

11.24.2014

Thoughts and tears

I was laying on my bed, trying to sleep in spite of all these pessimist thoughts. What would I ever do if you just decide being together is no longer a good idea? I rather die than living in such a nightmare.
Sudenly I found myself burning into tears, although we're still together. I'm but a mourner, I know, and I yearn these thoughts to go forever and never come back.
But how? I wondered why I'm always the negative one. I wanted to kill that feeling of helplesness chasing me since the beggining of times.

I wanna figure out how to destroy this nonsense sadness, I need to enjoy the life I'm sharing with you withouth thinking you'll forsake me. But I can't. I can't keep off my mind in this stupid maze of negativity.

11.14.2014

The gift of life that we waste

Being alive is either a gift or a curse.
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La historia es preciosa, la mente humana ha ido evolucionando tanto y dado tantos giros a lo largo del tiempo que es casi imposible no sentirse identificado con una corriente de pensamiento ya existente. La filosofía abarca casi todas las preguntas que podríamos habernos hecho jamás. Y es maravilloso cómo a la par que se desarrollaba la industria o comenzaba una guerra, iba cambiando la perspectiva general que tenemos sobre la vida y la muerte.
Nuestras madres nos han hecho el mayor regalo que podrían habernos hecho nunca: la vida. Siendo conscientes de nuestra propia perspectiva, también lo somos de los infinitos puntos de vista de todo aquel que nos rodea. Tenemos la libertad de sentir y agradecer, de aprender la historia detrás de nosotros, y tenemos la oportunidad de formar parte de la historia en el futuro.

Pero al igual que se nos entrega la vida y su historia, se nos entregan dudas sobre la verdadera utilidad de ésta. Si al final morimos, qué importará la historia. Si la historia entera se resume al intento de nuestra especie por multiplicarse y conseguir poder sobre otras vidas que no son la nuestra.
La revolución industrial hizo que la calidad de vida se optimizase para continuar expandiéndonos. Los avances en medicina, para prolongar la vida.

Eran los curiosos los que descubrían cómo crear la luz, la electricidad, las medidas del tiempo, las teorías sobre el espacio. Eran los curiosos los que han aprovechado el regalo de sus madres para explorar la Tierra y satisfacer su mente inquieta antes de morir. El arte pasa a la historia, tiene capacidad para satisfacer al artista al igual que al público. Al igual que la química. Personas como Descartes, Tesla o Munch posiblemente se hallan sentido más realizadas de lo que jamás podríamos sentirnos el resto de mortales, preocupados más por nosotros mismos que por la belleza de este pequeño lugar donde vivimos.

Carta a Alguien

Conteniendo la respiración, salté al vacío, las imágenes de mis amigos iban desapareciendo como si los hubiese perdido tiempo atrás.
En la caída el tiempo se hacía eterno, los segundos se sentían como años mientras el viento me daba de lleno en la cara. La adrenalina hacía que mi corazón latiese como si fuera a salirse de mi pecho. El suelo cada vez estaba más cerca.

Y desplegué el paracaídas. Observando un horizonte curvo me sentía gigante en un paisaje diminuto y la sensación de soledad se alivió por un momento: Era yo quien estaba al mando de mi caída, ninguno de mis supuestos amigos había llegado tan alto. Eso me podría haber apenado en algún otro momento, pero ya daba igual.

Al final sólo nos tenemos a nosotros mismos, todo lo demás deja de importar más tarde o más temprano.

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Pero no entenderías jamás lo que puede llegar a sentir alguien que crea arte desde su corazón. Cada pensamiento se subraya en el papel e incluso se siente más intenso.
No entenderías cómo se busca la inspiración ni qué hay que hacer para conseguirla. Hay un sentimiento más allá del amor y el odio, hace que las cosas que inspiran brillen y destaquen por encima del resto. Hace que las personas que nos inspiran tengan un templo con un dios guardado en su propio cuerpo, hace que la mente de esas personas sea la más interesante de todas.
Jamás entenderías qué se siente cuando me inspiras. No es nada parecido al amor ni al odio, ni si quiera podría describirlo comparándolo con cualquier otro setimiento. Es más bien como una aguja dentro de mi estómago que intenta salir al exterior, y sólo puede hacerlo cuando, una vez en mis dedos, cruza el puente entre la piel, el pincel y el folio. Y si no sale, angustia.

Hay cosas de mi por las que jamás podrías ponerte en mi piel.