-Guardas una luz muy potente, ¿por qué la escondes?
Ahí se quedó la pregunta, y no respondí. Seguí buscando otras luces, de diferentes colores. Pero, aunque la noche es negra, las luces se habían perdido, y todo estaba en oscuridad.
Ahora estoy totalmente ciego y confuso. No tengo fe, nada es superior a mí. Me he caído del árbol de la oscuridad, y corro perdido por un bosque sin hojas ni raíces. Me he sentado sobre una roca, he intentado oír algún movimiento que amortigüe el miedo a la soledad. Pero me he quedado mudo y en silencio, me he caído. Y con la cara en el suelo, he visto cómo la tierra negra del bosque se me pegaba en la mejilla.
No hay nada más que troncos grises muy altos, que quieren tocar la Luna con las ramas. No encuentro salida alguna. En la misma roca de antes, he echado mi cuerpo, me he tocado. Aún sigue caliente, aún fluye la sangre. Pero todo es tan oscuro, que apenas alcanzo a verme.
Y cuando empieza a llover, el agua choca con fuerza en mi piel, que se quema poco a poco. Trato de cubrirme, pero no puedo librarme. Sólo hago que el dolor sea más leve. ¿Cuándo va a parar? Me quemo sin fin. Aún así, pasa otro día sin sol, y sigo viviendo. Nunca pediré ayuda, me encuentro bien y aún puedo avanzar en el medio de la nada, llegando quizás lejos, quizás andando en círculos. Y me acordé.
En este extraño lugar, no hay nada que me asuste ya. Todo es lo mismo, lluvia ácida al atardecer, sombra todo el día, oscuridad toda la noche. Y me acordé, de que al nacer, me introdujeron una pequeña bola de luz a través del cordón umbilical.
Entonces, la bola había ido creciendo conmigo desde siempre. Y en este momento, la luz salió por la nariz, por los ojos, por la boca. Y así, se fue haciendo un círculo de claridad, y el bosque se fue iluminando allí donde yo iba. Ví una parte en la que ya no había árboles, y que acababa en un barranco. Abajo, estaba el mar. Y poco más delante, una pequeña isla de cartón. Había muchas personas en esa isla de cartón, muy abajo con respecto a mí, o yo muy alto por encima de ellos. Además, yo soy luz.