El amor es como un cálido suspiro, que se esconde bajo la carne. El amor, en sus comienzos, se introduce lentamente por tus pulmones. Como aire cálido y transparente, roza tus costillas. Como una pluma blanca y suave, acaricia tu corazón. Se disuelve en tus venas, y cuando llega al corazón, se duerme como una larva. Tus palabras lo alimentan, crece fuerte y hermoso, dando calor al corazón. Dándole esperanza. El amor crece, nunca para, se regocija y se estremece en cada beso, en cada abrazo. Amor, amor, todos quieren tenerte. Amor, amor, nadie sabe brindar la felicidad como tú la brindas. Amor, amor, nadie saca sonrisas mejores que las que tú haces sacar, nadie sabe cómo hacer la misma música que haces tú en cada suspiro cálido.
Y como un volcán, se hacen grietas en la tierra que forma el corazón. Un corazón de arcilla y madera, saltan astillas cuando el amor golpea. Las primeras grietas, traen angustia, miedo. El miedo más temido por todas las personas de la Tierra. Amor, amor, se forma por la unión del bien y el mal. Amor, amor, en tu final... En tu final estallas, prendiendo el pecho, rompiendo las costillas, ardiendo la carne. Amor, amor, al final, te atrapa dentro de tus costillas, el dolor hace que en soledad te abraces a tí mismo.
Amor, amor, das la vida a las personas, das la muerte a otras. Amor, amor, mientras tú creces... Mientras tú creces, las personas crecen contigo. Mientras tú sonríes, las personas son felices. Pero cuando lloras, cuando mientes, cuando temes, cuando te enfadas... Amor, amor, no hay castigo más doloroso que el de tu falta.