Cuenta una antigua leyenda de hace más de dos mil años atrás...
Un poderoso y fuerte dictador surgió de la nada, creando a su antojo lo que a él le parecía bueno. Así, creó los valles, las praderas, los ríos de agua cristalina... Los mares, el cielo, la arena, las nubes y hasta las estrellas. Todo el mundo cubrió de árboles, animales, que vivían en armonía y se respetaban. El ciclo de la vida, creado por el Gran Dictador, se veía casi completado. Pero el Gran Dictador necesitaba un pueblo al que guiar, no era un buen líder si nadie le seguía.
Así comenzó la peor pesadilla de la Tierra. El Gran Dictador creó un gran pueblo de humanos, y también creó un ejército de humanos castos y alados, para controlar al pueblo. Todos los Guardianes Alados, con aureola y alas blancas, estaban sometidos a la dictadura. Estaban obligados a delatar al hombre que cometiese un acto impuro, estaban obligados a ser castos y a percatarse sólo de los demás. Uno de los Líderes de los Guardianes Alados, que fue el primer revolucionario de la Historia de la Humanidad, decidió actuar según su corazón le dictaba (y dejó de seguir las órdenes del Gran Dictador).
El Gran Dictador, al darse cuenta del posible poder que podía adquirir el Líder...
- Tú, Estrella del Alba, mañana partirás en silencio hacia una Tierra que yo mismo crearé para guardar revolucionarios como tú.
- ¡Oh, Gran Dictador! Cuán cruel eres, qué despiadado gobernador de Naciones. Tú nos dictas unas leyes que para muchos de nosotros no tienen sentido, nos perjudican, y aún así las acatamos.
- Este es el Mundo que yo mismo creé. Míos son los vayes, mío es el Reino, y la Fuerza, y el Poder, y la Gloria.
El Gran Dictador creó, porque era un Hombre de Palabra, un inmenso castillo, en la lejanía ardiente del horizonte infinito. Era tan poderoso, que en media hora construyó el más colosal y tétrico castillo. Era una oscura prisión, con paredes negras, el suelo encharcado de lava, y barrotes ígneos. Era un plan perfecto, el Líder Estrella del Alba marcharía y quedaría recluso para siempre.
Y como está escrito, el Gran Dictador reprimió para siempre las libres palabras de Estrella del Alba.
Continuará...