5.05.2012

Cielo, ¿o Infierno?

Cielo, ¿o Infierno?
¿Quieres ir al cielo y ver a los ángeles, almas blancas y puras? ¿O quieres morir quemado por las brasas de Lúcifer?

- Oh, Dios, juzgarme. Eres el único que puede liberarme. Una palabra tuya bastará para sanarme. Dime que tengo que hacer. Dime que tengo que parecer.

Líbrame de mí misma, Dios, Omnipotente. Tengo que parecer buena, pura, sincera y amable. Tengo que parecer honrada, buena, he de ir a verte. A tu templo. ¿Para qué?
Cuando acaba la vida, tenemos un juicio. ¿Cielo, o Infierno? ¿O el Infierno? 

No quiero que me juzguen después de muerta porque viva ya lo hacen, y si Dios quiere salvar mi alma, hará mal dejándola junto al resto de almas de la sociedad. Exijo un lugar especial, no soy un ángel ni quiero serlo.
Y así no quiero ser juzgada. Quiero jugar con fuego, quiero hacer arder a todo el que no valga la pena.

Y como mi corazón arde y se regocija con vuestra estupidez, quiero el Infierno. Yo soy yo misma, no voy a cambiar mis valores para ganar al ser juzgada. Si un Dios no me quiere, me iré con otro. O con ninguno.
¿Cielo o infierno? Sólo yo me conozco, y a veces ni eso. Todos los juicios que me hagan serán en vano.
Y ahora, ¿cielo o infierno?