Que sea yo el oráculo al que la Luna acude cuando el sol la ilumina desde atrás. El sol en un eclipse, descubre la cara oculta de la Luna. Pero nunca podrá conocerla, porque su resplandor brilla en su espalda, dejándolo ciego en lo que dura el intento.
DF: Aun así, tú, "todopoderosa, el ojo que todo lo ve", tú también tienes La Marca.
M: Todos tenemos La Marca, aunque no la hayamos elegido. Es algo que nos toca, nos cae. Si no la tuviese, todos sabemos que no estaría aquí. Y además, tú también la tienes.
DF: Esa marca no me pertenece, pues yo soy tu sombra, que sin ojos te ve, sin pulmones te respira, sin manos te toca. Esa marca no es merecedora de mi imagen, de mi oscuridad.
M: Tú eres yo, nos unieron en el mismo molde, nos cosieron en la misma piel. Por lo tanto también te pertenece.
DF: Yo la niego, no está en mi parte.
M: Tienes razón. Esta marca, nadie se salva de tenerla. Me indica que yo también estoy infectada con los problemas del hombre. Pero gracias a esta marca yo estoy viva y te alimento, deberías de agradecérmelo, ser ruin y oscuro. Piensa que no existes sólo porque quieres, sino porque te quieren. Yo te quiero, y por eso te alimento.
DF: Yo existo porque eres mía, yo no te quiero a ti. Eres la máquina que pone en marcha mis deseos, yo te lo ordeno y mis órdenes son tus deseos. En esa marca sólo se acumula el polvo y el egoísmo.
M: ¿Pero es que acaso tú eres más que egoísmo? ¿Tú eres más que los infectados por La Mancha? Tú eres estúpida, a veces incluso te haces daño a tí misma. Consiento que me hieras a mí, si es tu placer. Pero tu odio hacia tí misma...
DF: ¿Quién ha dicho que me odie? Sabes bien que no es más que resentimiento al estar cosida a tu piel. Quiero escaparme lejos, y hacer daño libremente, sin ocultarme dentro de las cuencas de tus ojos.
M: Deja de decir tonterías, tú estás aquí, Stein um Stein, ich werde immer bei dir sein. Sabes que en realidad te gusta que te machaque, disfrutas con cada golpe. Aunque tú a mí me hagas daño psíquico.
DF: Para estupidez, lo que tú dices. Sólo yo puedo hacerte daño, porque eres tú el material, quien tiene La Marca. Tú eres un ser de casi libre elección y voluntad, y un ser material Yo puedo perturbar tu voluntad a mi antojo, pero tú nunca vas a poder perturbarme, porque soy sólo el ser de oscuridad que entre tus cejas se esconde.
M: Bendita marca, creada el día que mi madre quiso dar a luz por primera vez. Que en lugar de dar a luz, creó una sombra.
Y es así como nacemos ya, en un mundo que nos recibe haciéndonos una herida en la barriga.