Mi vida es distinta, yo soy la persona más bonita de todas. Me puedo satisfacer todos los días, me puedo mandar rosas a mí misma. Puedo dormir conmigo, y soy quien está por encima de todo.
Pero hay algo mejor que poderse querer a uno mismo. Y ese algo, es querer a otra persona. Puedo compartir lo que pienso contigo, puedo apoyarme en tí cuando he sido dura conmigo misma. Puedo ver que te hago feliz, y eso me hace más feliz que si estuviera haciéndome feliz a mí misma. En ti, mi felicidad se multiplica.
Y es que me alegra mucho que me conozcas y te guste, me acuerdo de cómo era yo antes de conocerte. En mi mente, había un cartel que ponía "Bienvenidos a la Oscuridad" y tú fuiste el valiente que entró, iluminándola desde dentro hacia fuera. Claro que me gustaba como era yo antes. Sinceramente, ahora soy mucho más modesta, mucho más cercana al mundo (aunque siga estando alejada). Ahora es más importante lo que pienses tú, que lo que piense yo. Porque a mí siempre me voy a escuchar, pero lo que tu piensas es siempre nuevo para mí. No dejas de sorprenderme, es genial todo lo que das de ti sin que te des ni cuenta. Al igual que yo, tú tienes un mundo el cual voy conociendo. Cuanto más descubro, más interesantes son las cosas que quedan por descubrir.
No pienso terminar esta entrada, de hecho, se va a quedar aquí. Porque muchas cosas de las que pienso sobre esto son mías. Me gusta hacerme la interesante tanto como me gusta que indaguen sobre lo que pienso, haciéndome trampas y colándose sin llamar.