11.29.2011

Hate soup for breakfast.

- Why are you always upset with yourself?
It is never enough, I pretend be happy when there's everyone around me. However I'm just hiding my torn ego inside of a smiling mouth, whose theet are like knives. I't doesn't matter how are the rest, I think I have my own way to be, and everyone else have beautiful ways to live. When I look forward myself, I find me good enough. But I don't have any comparision with the rest! I have a piece of nothing between my heart and my lungs.

It is a hate soup. And I taste it, is not hot enough, but it isn't too cold. It's just a hate soup. I drink it for breakfast, for lunch time and I bath in it. 

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- I don't want to take part in a society.
- Why not?
- Because people makes lots of comparisions among themselves. And I don't have any comparision with anybody.
- You have it, and you know.
- No. I feel better with myself when I reste alone, than when I'm in a group. 
- That's why you hate society.
- Yes. And don't forget. I'm an human, I make comparisions with other people, taking the worst part in each comparision.

11.26.2011

I'm so upset!

No conozco la envidia, nunca la he padecido. No envidio a nadie, es inútil. Pero, sin embargo, sí que conozco el sentimiento de inferioridad. Está bien que haya gente que hace ésto y lo otro, que yo no puedo hacerlo. Está bien, yo podré hacer otras cosas. Cosas que para mí son más importantes, luego ¿qué problema hay?

Pero ¿y para el mundo? ¿Es igual de importante lo que puedo hacer yo, o lo que pueden hacer los otros? Está claro que los otros están en la cara iluminada de la Luna, cuando todos imaginan la Luna, allí están ellos, en su mente, brillando blancos y bonitos. Pero ¿qué pasa con la cara oscura de la Luna? ¿Acaso por no ser igual, me tengo que quedar en la oscuridad? Gefangen in der Fisternis, sieht sie nie das Licht der Sonne. Como en Kûss Mich, "Atrapada en la oscuridad, ella no ve la Luz del Sol".

Pero veo la Luz, llega a mis ojos. Es a veces un castigo, una tortura. ¿Por qué motivo he de ver lo que pueden hacer los otros, lo que yo no puedo hacer? Quisiera estar ciega, ciega. Ya que estoy en la oscuridad. Y estoy guardándome a mí misma, manteniendo distancias con los demás. Me da rabia no poder hacer esas cosas. Simplemente porque no puedo, ni estoy capacitada, ni lo estaré. Estaría jugando a los dardos, como Guillermo Tell, jugando. ¿Qué flecha da en el hombro y cuál en el corazón? Todas van directas al mismo lugar, y la herida escuece cuando le echo sal. Sí, echo sal a la herida, y froto. Es mi castigo hasta que no pueda hacer lo que todos pueden. Soy una inútil. Completamente inútil.
Sin embargo. ¿Qué es de aquello que sí se me da bien? ¿Qué pasa con eso? ¿A quien le sirve sino a mí? Sé que soy auto-suficiente, sé que soy independiente. Pero todo es hasta un límite. No se puede vivir sólo alimentándose del propio pan.

11.22.2011

Timidez.

Lo llaman tristeza. Respirando vacío, resiste a las críticas más duras devolviendo indiferencia. ¿A quien le importa su mundo interior? Tiene más zonas verdes que Central Park, hoteles más lujosos que en Manhatan, posadas más humildes que en los pueblos perdidos. Tiene miles de colores en las ventanas de edificios negros. Tiene luces, sombras, fuego, agua. El viento sopla a favor, pero también te arranca las palabras.

Su mundo interior. Hoy me he pasado por él, una vez más. En la calle de la Timidez se guardan todas esas cosas que sin saber bien porqué, me callo. ¿Hieren? La mayoría de las veces. Cada cosa envuelta en el trapo del silencio, es afilada como un cuchillo. La variedad es grande- desde hachas hasta bisturís-. Pero todas tan calladas. Temo a hacer daño, a ser pesada. Y es que la verdad no solo duele, sino que a veces es indeseada. Mantendré firme la vela, el fuego no caerá. Pero la cera discurre y me mancho, me quemo, aunque no me roce la llama. Quisiera cerrar los ojos, olvidar todos esos cuchillos. Quisiera no pensar palabras crueles, porque sólo me sirven para atormentarme. ¿Por qué pensé aquello, si no lo diré nunca? ¿Por qué soy tan tímida con las cosas que realmente me importan? 

My own Shyness...

I feel really bad when I can't put a little happiness in a little small heart. When I see how is him following the way of darkness, I feel guilty. I always have been the Godness of dark sadness. And him always makes me smile. I don't care if it seems to be selfish, but it is wonderful when him is happy, and not feeling blue. More than when he makes sad himself, thinking about some tiny stupid things. Above all, I find him like a God...

Like a my own God.

11.17.2011

Menschen...

... que en alemán significa "personas", pero yo me quedo con lo que la palabra evoca en mí. Mancha. Sí, para mí las personas, en grupo, en plural, son manchas que deja una sociedad. Como un corazón puede dar cuerda a un cerebro, para que éste funcione y piense por sí solo. En el momento que un cerebro se somete a otro corazón que no le pertenece, la persona pasa de pensar por sí misma, a dejarse llevar por las ideas que bombea otra persona.

Y más, cuando son cientos las personas que, como ovejas, forman un rebaño, un "gente", un Menschen. Una mancha. Que triste es ver derramado el vaso de la manipulación sobre nuestras cabezas. Individualmente, cada persona de esa mancha aporta una serie de cosas. Todos, individualmente, podemos llegar a ser interesantísimos. ¿Qué pasa cuando se unen muchas personas, para formar "gente"? Al igual que en el rebaño, las ovejas dejan de ser plural, para convertirse en un "rebaño" singular, y caracterizado (en el caso de los humanos) por un solo corazón que bombea las mismas ideas a muchos cerebros. En ese momento, las personas prácticamente se olvidan de que pueden discrepar y escaparse del control masivo e indirecto que sufren, para vivir de acuerdo a como piensan, y que voluntades tengan.

"Menschen" es "malo", porque vierte en cada persona individual un concepto de unión a partir de la normalidad, lo común y el sentido del ridículo. Unión que para mí, significa esclavización. Es "bueno" tener sentido del ridículo, sentir unión con más personas, y distinguir qué es normal y qué es enfermizo. Pero nunca llevado al extremo. Debemos, como pensé tiempo atrás, manejar la cuerda de las obligaciones y el hilo de las liberaciones. Dirigiendo, como si nuestra vida fuera un globo, hacia la parte nublada del cielo, o hacia la parte más clara. A donde queramos fijar nuestras metas, pero sin soltar ninguno de los dos caminos (obligación y deseo). ¿Nunca habéis escuchado eso de que "la vida es un tira y afloja"? Pues exactamente a eso me refiero.
Y la parte del "Menschen" que no me gusta es la tercera cuerda: La de las opiniones y decisiones de los demás, que están enganchadas al globo desde abajo y nos impide llegar todo lo alto que queremos, en todas las direcciones a las que vamos. Así es, que los demás influyen casi siempre negativamente a la hora de conducir nuestra vida según lo que creemos (porque al ser libres, debemos escoger sólo aquello que creemos conveniente para nosotros, y no lo que nos propongan como convenientes otras personas).

Otro punto es el hecho de pureza, que consiste según lo que yo pienso, en el carácter de las intenciones. En esos pequeños detalles que reflejan qué tipo de deseo sentimos al realizar ciertos actos. Si son buenas las intenciones, estaremos actuando como personas puras, y viceversa. Evidentemente, seremos personas puras cuando también estemos liberadas de la cuerda de abajo, la que nos ata a los demás.

PD: Es un poco la esclavización a la que nos somete la sociedad a la humanidad, sin que apenas nos demos cuenta. Y también el rechazo a formar parte de un todo, siguiendo entonces mi pensamiento individual.
- Mar, eres una ego.
- Y una pobre loca.


11.08.2011

Queridos despiertos, ya a estas horas.

Soy un soñador, entre la verde hierba azul. Soy un soñador, que por un ojo ve el día, y por el otro la noche. Soy un soñador, que vuela tras haber dejado unas pisadas en la arena fría y seca. Soy un soñador, que de su sueño, arranca realidades. Y que en su realidad, pinta fantasías de abrazos. 
Esta noche quiero escalar por las estrellas, navegar por la vía láctea y llegar hasta la Luna. A ella, y sólo a ella. contarle mi mayor secreto: Querer perderse en el firmamento, y desde allí escribir una carta.

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Martes, 8 Noviembre 2011.

Queridos despiertos, soy el Soñador. Con mi creatividad, creé el mundo donde habitáis. Le di sabor a lo que probáis, le di significado a cada palabra que leéis. Pero, queridos despiertos, hoy, voy a rogarles:
-Cuando cerréis los ojos, no temed a vuestras pesadillas. De ellas, vais a aprender. No hay nada de gracioso en tener sueños impuros, sólo son el reflejo de lo que no hacéis en realidad. Aprended a recordar lo que soñáis. 

En el sueño, vivo. Y en la vida, muero, me matan, me acuchillan. ¿Porqué un soñador, que con su pincel dibuja caricias en el firmamento, ha de despertarse?
¿Por qué hemos de poner los pies en la Tierra? Yo estoy volando, y vuelo. Y si caigo, no importa. Nuestras fantasías son los amortiguadores de la caída. No te encadenes nunca a una estaca, que te mantenga firme y reflexivo en el suelo. Tampoco te ates un hilo de plata acabado en un inmenso globo de deseos y anhelos, nunca sabes a dónde vas a llegar, si es que no estalla.

Mira, un consejo, despiertos. Yo, como soñador, sueño con la realidad. Y luego, hago real mi sueño. En un brazo, el globo. En el otro, las cadenas. Hoy toca dejarse llevar por los sueños, y mañana, ya se verá. 

Quisiera poder hacer más público este mensaje, pero sólo aquellos despiertos que no tienen miedo a soñar, lo entenderán.

Desde el espacio exterior, Mar.

11.07.2011

La fuente de la codicia

La fuente de la codicia llama a nuestras puertas. Los borbotones de deseo salpican, incluso nos entra la sed de beber del fresco chorro. Pasan tres horas volando como blancas palomas sin mensaje, vacías e inertes, ante mis perdidos ojos. Llega la hora de abrirlos, despertar, para volver a dormir cuando los cierre.
Y allí, en la fuente de la codicia, fue donde hundí mis manos queriendo tocar el profundo fondo, buscando los minutos arrojados como monedas, a un pozo de los deseos. Busqué todos esos minutos que he perdido en dos días. Todos estos minutos inútiles, de los que no puedo extraer jugo ni provecho.
El agua de la fuente es fresca, brota vida en cada chorro. Me lavé rápido la cara, queriendo despertarme rápido y aprovechar al máximo el tiempo que pasaba en su presencia. Con los ojos húmedos, por el deseo vivo que nacía de la fuente, ví la luz. Pude ver como las palomas volaban alrededor, todas ellas blancas, limpias, puras.

Pero la fuente de la codicia sólo me entrega pequeñas dosis de agua, tuve que irme a mi hogar, a contemplar las palomas monótonas y tristes de nuevo, por una ventana que no entra luz. Acordándome del rumor del agua en la fuente, de aquella visión de la felicidad. Y me queda aguantar hasta mi próxima porción de felicidad, entre medio de este triste estrés diario, que me abarca desde que me levanto hasta la hora de la siesta, y luego desde la hora de la siesta a la hora de acostarse. ¡Y así estoy, dormida!

Persiguiendo las palomas que he perdido estos días, en los que ni bebí de la fuente de la codicia, ni le entregué minutos, ni me lavé los ojos, ni vi la felicidad, ni la belleza bajo sus aguas profundas.