11.14.2014

Carta a Alguien

Conteniendo la respiración, salté al vacío, las imágenes de mis amigos iban desapareciendo como si los hubiese perdido tiempo atrás.
En la caída el tiempo se hacía eterno, los segundos se sentían como años mientras el viento me daba de lleno en la cara. La adrenalina hacía que mi corazón latiese como si fuera a salirse de mi pecho. El suelo cada vez estaba más cerca.

Y desplegué el paracaídas. Observando un horizonte curvo me sentía gigante en un paisaje diminuto y la sensación de soledad se alivió por un momento: Era yo quien estaba al mando de mi caída, ninguno de mis supuestos amigos había llegado tan alto. Eso me podría haber apenado en algún otro momento, pero ya daba igual.

Al final sólo nos tenemos a nosotros mismos, todo lo demás deja de importar más tarde o más temprano.

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Pero no entenderías jamás lo que puede llegar a sentir alguien que crea arte desde su corazón. Cada pensamiento se subraya en el papel e incluso se siente más intenso.
No entenderías cómo se busca la inspiración ni qué hay que hacer para conseguirla. Hay un sentimiento más allá del amor y el odio, hace que las cosas que inspiran brillen y destaquen por encima del resto. Hace que las personas que nos inspiran tengan un templo con un dios guardado en su propio cuerpo, hace que la mente de esas personas sea la más interesante de todas.
Jamás entenderías qué se siente cuando me inspiras. No es nada parecido al amor ni al odio, ni si quiera podría describirlo comparándolo con cualquier otro setimiento. Es más bien como una aguja dentro de mi estómago que intenta salir al exterior, y sólo puede hacerlo cuando, una vez en mis dedos, cruza el puente entre la piel, el pincel y el folio. Y si no sale, angustia.

Hay cosas de mi por las que jamás podrías ponerte en mi piel.

11.11.2014

Lorelei

Through the waters I've seen an innocent swimmer who from the riverbed had been diving and keeping her breath.
Like a snake she moved and  when the sun was set she came out of the river, sat over the biggest rock and started to comb her beautiful red waves of hair.
If I could ever speak to her...- I thought once-... but the begining of her song paralyzed my full body. The precious voice floated in the breeze and the power of the melody attached me to the wet ground.
Like that I could have spent my nights in solitude, watching her brush her hair, mesmerized by her voice. The song lasted the whole night, her lyrics spoke about a man for whom she had an everlasting love.
I felt all and each single word that came out from these astonishing lips of her, and her singing touched my heart like nothing else has done before.
Over two years stuck in sorrow, I put wax on my ears and with closed eyes I approached the solid and cold sit she always had at night.
I felt her wet skin against mine, I felt her long and curly hair over my back. And back to back we sat in silence.
- I yearn for your song to be made for me, but as I know I'm but a stranger, just let me hear your voice one more time, before I drown myself in the riverbed forever.
I knew her love was impossible to be mine, but it was true I could have never forgotten her even if I'd dedicated my entire life in the praying for it.
Avoiding eye contact, she started her everlasting poem.
"The rivers have taken you away from me, the waters have taken the life inside you, but here in my heart I feel the yours still beating love for me, you'd never leave me, I'd never leave you. I will always be with you.
May the water be different each time I sing, the river flows incessantly, but my love is still the same no matter how many times I sing this to you".
Her song was mine as I also carried the pain of an unforgettable love. Both were impossible stories from different perspectives. I loved her with my whole heart, with my whole soul and my whole life.
My fate was no other than die in the riverbed and bein buried by the stones in the depths.
When her last word was sung I realized that was the last time I heard the everlasting song. After watching her weeping, I jumped from the rocks and fell.

11.10.2014

What's wrong?

I said there was a loud music inside your head before hearing it. I was right.
I've seen those notes fade away, leaving you nothing but inner peace.

These pillars of inspiration have ascended me here, in the righteous place in the correct time. As a Godess I've found myself waiting for a clue of what was the reason for the chaos to rearrange and get all the Temple pieces in order.
All the pain is not gone, just replaced. These walls may be taken by the force, so I may conquer this sensation of selfishness.

I may be a Godess, I am as inmortal as Hell and I might ride my life through my own way. 

And you.
There's other stuff concerning you. Perhaps I should leave it all to your ways. But I'd rather die. I'D RATHER DIE THAN LIVE IN SOMEBODY'S ELSE WAY.
What is wrong is the fact I can't see a way without you. 
I know I am rather a stone Totem with a frozen heart than a fucking Godess. But what is wrong with that? There's a needing involving you and I can't stop praying for having your everlasting presence.


11.09.2014

Portales al Cielo

Las hojas caen formando una alfombra ante el camino que aún no ha pisado. Vaya donde él vaya, el paisaje se vuelve precioso a su paso sólo para formar una imagen inolvidable. Las olas del mar llenan la orilla de espuma blanca, y el agua se vuelve cristalina para que los rayos de luz anaranjados iluminen la marea tranquila, dejando ver las piedras y peces de colores por última vez, antes de que caiga la noche. La luna sale coronando el cielo y cae rojiza hacia el fondo del mar.
El viento se calma para dejarle hablar. 

Morir en alguno de esos paisajes conduciría directamente al Cielo. 

10.22.2014

La guerra II

Vi un brillo en sus ojos claros que jamás podría describir con palabras, me dedicó su mirada más traviesa y un sentimiento de complicidad trepó desde mi estómago a la boca, haciendome sonreír y morderme el labio.
Nos miramos fijamente, sus pupilas me ponían nerviosa, y lo único que deseaba era correr a sus brazos. Aquel hechizo era muy fuerte, me hacía sentir cosas muy profundas, como si hubiese sembrado el caos en mi corazón y me hubiera convertido en su ghoul para siempre. Necesitaba tenerle más cerca.

Y ese día le tuve. Él fue quien me agarró y me dejó reposar la cabeza en su pecho, me abrazó.
En la lejanía nos pareció oír un revuelo de gente, algo que sonó como una serie de gritos descontrolados a los que no prestamos mucha atención. Seguí abrazando su cintura, enterrando la cabeza entre sus brazos. Aquello que sentía hizo que sin darme cuenta comenzase a emitir ráfagas de viento que formaron pequeños remolinos a nuestro alrededor.
Mientras tanto, el barullo parecía cobrar más fuerza, esta vez fueron gritos de guerra. Una fuerte ráfaga de aire levantó el polvo de los alrededores. Se oyeron un par de disparos, y a escasos metros del refugio, gruñó alguna criatura extraña.
- Un dragón. No hagas ruido y ven. -Se escabulló por la puerta trasera del refugio.

Desde la esquina de la casa vimos la particular escena. Un dragón mediano, de unos seis metros de envergadura, sosteniendo un huevo medio roto entre sus manos.
- Parece nervioso, mira cómo mueve la cabeza a los lados y sacude el cuello.
Alcé los brazos y con ligeros toques de aire acaricié su cabeza. La bestia se acercó a nosotros sin ninguna intención de atacarnos.
- Vienen a por mi, guardad esto. -Me entregó el huevo roto. -Tengo que irme, adiós.
Alzó el vuelo rumbo a la aldea, nos quedamos hipnotizados por el azul celeste de sus alas mezclándose con los colores del cielo.
- ¿Qué?
- Ese dragón siempre vuela cerca de la costa, tras las montañas no se le ve, y suele bañarse en alta mar. Más de una vez nos hemos visto creca de las rocas escarpadas. -Hice una pausa al sentir que el huevo se movía.
- Nunca había hablado antes con un dragón. Ni sabía que hablaban nuestro idioma.
- Ni yo.
- Déjame ver el huevo.
- Creo que tiene una cría, toma.
- Oh, joder, sí que pesa.
- ¿Sigue moviéndose?
- Sí. Aunque está muy frío.
- ¿Le damoa calor?
- Ah, ¿pero no es esa su temperatura?i

Y la cola del pequeño salió del huevo.
- Lo único que sé sobre dragones es cómo cazarlos.
- Yo poco más.

El dragoncito era blanco como la cáscara del huevo que sostenía en sus manos. Estábamos tan nerviosos y llenos de dudas que lo único que pudimos hacer fue contemplar cómo saltaba del huevo al suelo. En la caída, se agarró a las piernas del chico, hundiendo sus uñas en los gemelos. Ahogó un grito contra su brazo.
- Está bien, ¿qué hacemos?
- Voy a cogerlo. Que no se vaya. Ve a limpiarte esa herida. -No quería sonar mandona, pero no podía articular bien.
- Sí. -Dudó un momento, y me arrojó una tela que había en el suelo.- Usa eso si lo necesitas. Se fue a por agua.

Perseguir al cachorro no fue tarea fácil, resoplaba y corría dando saltitos por toda la habitación. Tuve que lanzar la tela a la ventana para que se alejase y no saliera fuera. Para el dragón bebé, aquella ridícula persecución parecía un juego. Sus movimientos eran ágiles, yo tiré una silla intentando atraparle. Me golpeé la cabeza contra una esquina cuando me agachaba. Me caí de culo cuando evitaba pisarle la cola. Y se subió en mi regazo de un salto.

10.19.2014

La guerra.

Los rayos de luz se difuminaban a través del polvo del aire, rozando el perfil de su rostro desde la izquierda, de modo que el lado derecho de su cara quedaba sumergido en la sombra.
Su respiración era tranquila, su expresión transmitía toda la paz que faltaba en el resto del continente, aún en guerra contra los dragones.

Ajeno al peligro, descansaba en su refugio de madera situado entre los árboles de una montaña enana. El bosque de esa zona era lo suficientemente denso como para que la luz fuese tenue, pero sin llegar a hundirse en la penumbra.
La ladera donde se encontraba su refugio daba hacia el mar, y si se prestaba atención, podía escucharse el romper de las olas en las rocas escarpadas.

Esa estación del año era la más cálida, por lo que reposaba las preciosas líneas de su cuerpo sin más abrigo que una camiseta de tela gastada.

En el pueblo solían decirle que con esfuerzo podría llegar a ser un gran mago, pero él, más interesado en las armas, había desarrollado una envidiable habilidad con hachas y espadas. Aún así, y aunque por accidente, uno de sus hechizos llegó a mi corazón a través de su mirada.

En uno de mis paseos por las rocas escarpadas descubrí aquella pequeña estructura de madera entre los árboles. De no ser por el vuelo fortuíto de un ave rapaz que pasó delante del refugio, quizá nunca me habría percatado de su existencia.
Cuando me acerqué, le vi allí tendido, tranquilo a pesar de mi presencia.
Nos conocíamos de mucho tiempo atrás. Desde entonces, las líneas difusas en sus manos se habían convertido en surcos en la piel que dibujaban las líneas de sus huesos.
- Estaría bien que explicaras algo.-Se limitó a decir desde su posición.
- Desde que aprendí a dominar el aire y el agua, he venido a practicar movimientos todos los días a la orilla. Hoy, sin embargo, encontré este lugar mientras daba caza a un halcón. No quiero molestar...

Mis explicaciones me hacían parecer estúpida cuando las repetía dentro de mi cabeza. No estaba segura de querer estar allí, pero él se echó a un lado haciéndome el gesto de darme asiento a su lado.
- Enséñame como lo haces -me dijo mirando las yemas de sus dedos- siempre te he visto desde aquí moviendo las olas.
- Oh, ¿de verdad? -Me sorprendí al saber que todo este tiempo había sido observada.

Alcé mis dedos y acaricié el aire que rodeaba su camiseta. Con el gesto de pellizcar el aire, tomé algo de energía, y con la yema del dedo índice lancé una pequeña ráfaga al interior de su ropa, haciendo que se inflase. En el movimiento, dio un respingo que no pudo evitar contener.

10.15.2014

Entre infinitos mundos

Que todo eso me da igual. Dejaría la sala vacía, sin muebles, sin estanterías, sin el ordenador, sin la cama... Sólo el suelo, la puerta, cuatro paredes y un techo.
Y aún así, estaría llena.

Eso es exactamente lo que pensé al entrar en una casa que me encontré hace poco tiempo. 

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En mi mundo, había un hotel, y una fuente, y supuse que había ruinas tras haber quemado las imágenes de todo aquello en un ataque de frustración y odio hacia todo en general.
Pero no, el viento se había llevado las cenizas, el río se había llevado los escombros muy, muy lejos del incendio.

Es como si "mi mundo" estuviese protegiéndome, como si la vida se abriese paso. Aún así, quizá por el odio, aún quedaron ciertos temblores como pequeños terremotos.

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Pero al ver aquello, la idea de tener un mundo para mí se derrumbó por completo. ¿Qué hacía aquella casa en "mis dominios"?
De repente sentía como si el pequeño planeta duplicase la velocidad de su órbita, como si la gravedad aumentara. Me sumergí en un estado de confusión al ver que, en contra todo lo que siempre había pensado, no estaba sola.
No vivo sola en este mundo.
Nunca le había visto, quizá por fortuna, quizá porque no quise acercarme demasiado.
Pero allí estaba él.

Si ese mundo necesitase realmente un Dios, le cedería el trono que siempre supuse tener.

Pero aquel mundo lleno de hojas me parece hasta lejano.

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Podríamos gobernar aquel mundo los dos juntos. Eso le pedí que hiciéramos. Se vino conmigo. El mundo ha dejado de parecerme solitario, aunque también ha dejado de ser mi escape para aquellos días en el que el mundo de todos me agota demasiado.
Ahora mi escape es él, y cualquier sitio a donde me lleve.

Y así, en cualquier sala vacía, en cualquier sitio sin nadie, si está él, allí estaré mejor que en ninguna otra parte.

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El mundo se ha quedado tan pequeño que a lo lejos apenas puedo distinguirlo del resto de puntos brillantes del cielo.
Cualquier parte donde esté, es mi hogar. Dejamos huellas en cada sitio donde estamos.

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O te quedas, o me dejas quedarme. Pero no quiero volver a ese mundo, y menos sin ti.