4.21.2015

Madre.

Estoy triste, pequeña joya de vida. Triste porque como tú no hay otra sola mujer en la Tierra. La humanidad nació de ti, y morirá en tus brazos. 
Semejantes seres deberían tener prohibido engendrar hijos. Seres asquerosos, poco femeninos, mujeres hechas con desdén. Mujeres repugnantes que dan lugar a desdendencia repugnante, indigna de vivir. 
¿Cómo has permitido que la Tierra se llene de demonios, Madre? Dará mi sangre por que me tendieras tu mano y me besaras la frente.
Cuánto daría por ser tu hija.

El planeta está colapsado de demonios, gente indigna, impura, que no merece tener el mismo don de crear vida que tiene nuestra preciosa Madre. Sólo a una mujer tan bella debería atribuírsele el Don de la Maternidad.

Pero este mundo corrupto jamás permitiría la única creación de seres bellos.