7.21.2015

A los que aún me leéis. A los que aún se interesan por mí.
A mí misma.

Esto duele, pero no como cien agujas. Nada se clava, el daño no es en un punto concreto. Es un golpe seco que me deja cansada y magullada, y sin saber de dónde viene y mucho menos por qué, no me quejo, sólo trato de prepararme para el siguiente golpe.


Verás. Me han jodido. Mucho. Tanto, que no creo en el amor. Pero no creo en el amor que se recibe, creo que nunca recibiré lo que doy. Me decepciono, y me siento sola. 
Pero no dejaré jamás que alguien que no ha sabido responder bien a lo que yo he tenido que ofrecer haga que se pudran mis ganas de hacer feliz a la gente que me rodea. No le daré la importancia a esa persona como para que el amor desaparezca de mi vida. Quizá yo desaparezca de la suya como algo bueno, quién sabe. No juzgo a nadie. Sólo quiero ver sonrisas.